miércoles, 16 de diciembre de 2009

Mientras homenajeamos a Simón Bolivar


Mientras nos asolan los peores fantasmas de colonización, explotación, miseria y hambre.
Mientras tememos el mañana, la falta de dinero, no tener el trabajo o tener trabajo.
Mientras el cambio climático avanza y agoniza la Madre Tierra, a la que el hombre pertenece (y no la tierra al hombre)
Mientras callamos, paramos, decidimos no protestar fuera de los bares.
Mientras la derecha se aglutina y cierra filas en Diputados.
Mientras los compañeros nos traicionan, nos venden, nos negocian.
Mientras Tinelli habla de inseguridad, se emociona con la exclusión social y desplaza a los pueblos originarios del sur del país.
Mientras los que reclaman seguridad y libertad se encierran en los countries, después de un pomposo almuerzo.
Mientras hay Biolcati, Llambiás, Garetto o Buzzi, sobreproducción de soja y falta de leche.
Mientras Macri, la pobreza y la criminalización de la pobreza y siguen operando
células de la UCEP.
Mientras alguien se saca el crucifijo para pedir intervención en su Patria de fuerzas de países extranjeros.
Mientras silencios de dolor se mantienen en el aire de Chuschagasta y De Narvaez traba las voces, que necesitan se reglamente la ley de medios.
Mientras el Pino se planta en la izquierda negocia contra el gobierno junto a la derecha.
Mientras esperamos el Juicio a Bussi y uno de sus hijo inaugura un nuevo Partido con su cara.
Mientras extrañamos a 30.000 amigos.
Mientras es Ministro de Educación el Embajador de la Dictadura.
Mientras el Nobel de la Paz permite torturas en Guantanamo, más tropas en Nuevo Oriente y Bases en LatinoAmerica.
Mientras Honduras es, nuevamente, la primera República derrocada de una lista en el norte.
Mientras el Once de Septiembre es Torres Gemelas y no Allende.
Mientras...LA ESPADA DE BOLÍVAR ATRAVIESA EL CONTINENTE.


El 17 de Diciembre de 1830 muere Simón Bolívar, en su homenaje, transcribimos a continuación algunas citas extraídas de su famosa Carta de Jamaica, (contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla), escrita en Kingston en 1815.

En consecuencia, nosotros esperábamos con razón que todas las naciones cultas se apresurarían a auxiliarnos, para que adquiriésemos un bien cuyas ventajas son recíprocas a entrambos hemisferios. Sin embargo, ¡cuán frustradas esperanzas! No sólo los europeos, sino hasta nuestros hermanos del norte se han mantenido inmóviles espectadores de esta contienda, que por su esencia es la más justa, y por sus resultados la más bella e importante de cuantas se han suscitado en los siglos antiguos y modernos, porque ¿hasta dónde se puede calcular la trascendencia de la libertad del hemisferio de Colón?

Siempre las almas generosas se interesan en la suerte de un pueblo que se esmera por recobrar los derechos con que el Creador y la naturaleza lo han dotado; y es necesario estar bien fascinado por el error o por las pasiones para no abrigar esta noble sensación.

Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la perfección del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran república; como es imposible, no me atrevo a desearlo, y menos deseo una monarquía universal en América, porque este proyecto, sin ser útil, es también imposible. Los abusos que actualmente existen no se reformarían y nuestra regeneración sería infructuosa. Los estados americanos han menester de los cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las heridas del despotismo y la guerra. La metrópoli, por ejemplo, sería México, que es la única que puede serlo por su poder intrínseco, sin el cual no hay metrópoli. Supongamos que fuese el istmo de Panamá, punto céntrico para todos los extremos de este vasto continente, ¿no continuarían éstos en la languidez y aun en el desorden actual? Para que un solo gobierno dé vida, anime, ponga en acción todos los resortes de la prosperidad pública, corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo, sería necesario que tuviese las facultades de un Dios, y cuando menos las luces y virtudes de todos los hombres.

Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse; mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América. ¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración; otra esperanza es infundada, semejante a la del abate Saint Pierre, que concibió el laudable delirio de reunir un congreso europeo para decidir de la suerte y de los intereses de aquellas naciones.

Felizmente los directores de la independencia de México se han aprovechado del fanatismo con el mejor acierto, proclamando la famosa virgen de Guadalupe por reina de los patriotas, invocándola en todos los casos arduos y llevándola en sus banderas. Con esto el entusiasmo político ha formado una mezcla con la religión, que ha producido un fervor vehemente por la sagrada causa de la libertad. La veneración de esta imagen en México es superior a la más exaltada que pudiera inspirar el más diestro profeta.

Rep con CARTA ABIERTA TUCUMÁN

Rep con CARTA ABIERTA TUCUMÁN
Invitado por la LIBRERÍA EL GRIEGO y la A.P.T. pintó un mural en la Peatonal